jueves, 24 de enero de 2008

de los muchos rollos manzanísticos yo me quedo con...


Sí que hay rollos manzanísticos. Está la manzana de adán, la verde, la roja, la deliciosa, la podrida, la que viene con el gusanito incluido, la deliciosa, la chica, la grande, la de oferta, la que viene en bandeja y papel film, la mordida de las computadoras, la manzana de las luces, la manzana de mi casa. También está Phil ManzanerA, Armando ManzanerO, las 'manzaneras', Manzano, claro, como olvidarlo. Pero de todos los rollos derivados yo me quedo con el rollo peor de todos. La pesadilla - casi insalvable - de todo aquel que sueña con morder una manzana roja brillante y jugosa. La frustración del que se toma - como yo - el trabajo de seleccionar cuidadosamente la manzana, apretándola y rogando en silencio a dios, que no me pase que no me pase que no me pase, y cuando muerde zásssssssss...ahí está otra vez, como siempre, la maldita manzana

ARENOSA


Mejor me olvido de todo, y me voy a comer una naranja
(mientras no esté seca...........)


El Rollo 'Nada' interesante

Y como lo prometido es deuda, acá va el petit rollo nada interesante, como Bobby Watson. En realidad, iba a ser una lista de rollos nada interesantes, como por ejemplo "el rollo de la SRA. que me cambió la hora y me cagó la vida: me levanto tarde, tomo la leche a las ocho de la noche y me voy a dormir a las tres". Pero, me pareció mucho mejor postear este video.

Depeche Mode - 'Nothing'.

miércoles, 23 de enero de 2008

El rollo del ex anterior al último ex

Estoy en condiciones de asegurar, enfaticen asegurar, que en cuestión de amores -y no es que los haya tenido en cantidad suficiente como para hacerme la experta- hay algunos que se quedan acompañándonos como sombras.
"Fulano va a ser siempre mi sombra", le dije cierta vez a cierta amiga. En qué consisten estas sombras: nos alegramos cuando les va bien, nos preocupamos cuando les va mal, siempre algo sabemos de él, en qué anda y sobre todo nos da por pensar que quizás "si yo hubiera sido más tolerante, más paciente, más...". Más boluda, seguro.
Pero así y todo se encargan de tanto en tanto de hacernos sentir bronca, indignación (que te acusen de "estrella" porque no quisimos pasar a saludarlo, o te reclaman porque al llegar a tu ciudad no los llamamos para juntarnos con él a tomar algo, por ejemplo) y terminamos poniéndonos en un lugar donde se mezclan las ganas de ahorcarlo, de que no te importe un bledo el señor que ya va por su tercera convivencia desde que no está con vos. Y que por sobre todo, deje de tener la ¿inconciente? satisfacción de que reacciones por sus chicanas, mandándolo una vez más a donde siempre lo mandaste, diciéndole que es un imbécil rotundo cuando se pone imbécil y que, de una vez por todas -por favor, es una orden-, desaparezca como sombra agazapada.
Que se convierta en sombrita mansa, del tipo oh qué bien que la pasábamos cuando eran los tiempos que la pasábamos bien. Y sanseacabó -definitivamente ahí- el asunto.
"Sí, licenciada. Ya sé.
Hay que cortar con lo que desarmoniza.
Ahora, digo yo, ¿no me puede dar Ud. alguna pastillita de muestra anti-desarmonización provocada por sombras?".

lunes, 21 de enero de 2008

El rollo del retorno

Volver, con la o sin la frente marchita, implica (al menos para los enrollados) una suma de reflexiones que como la mayoría de las veces, no trasladan a nada productivo.
1. ¿Vale la pena dejar casa segura, un trabajo aplastante pero seguro y una familia original pequeña (tres personas mayores) a la que le cae el inexorable paso del tiempo con los gajes de internaciones, operaciones y sustos varios y que, aunque no lo digan y sean generosos con las expectativas, te ne-ce-si-tan?

2. ¿Vale la pena seguir apostando a esas expectativas en una ciudad muy linda pero muy puta, donde ni siquiera sos un número y donde el trabajo no es el esperado pero uno, insisto, sostiene la auto promesa de que "todo va a mejorar" y el "tengo cierto talento y se me va a dar"?

3. ¿Qué es preferible? ¿Ser cola de ratón en ciudades donde hay promesas y expectativas a ser cola de ratón en ciudades sin expectativas ni siquiera de tener una buena película en el único cine que hay? Porque en ninguno de los dos lugares se fue/será cabeza de león.

4. ¿Cómo se le pelea a la melancolía de la duda de saber si uno debe quedarse con ellos, acompañarlos. A ellos que te hicieron el aguante en todo y hasta te perdonaron esas metidas de pata reñidas con todo lo que te enseñaron?

¿Vale la pena? ¿Cómo se hace? ¿Se encuentra alguna vez la conformidad, el lugar en el mundo, el cumplimiento de sueños?
¿O la vida es un consuelo que contenta con chispazos pequeños de oportunidades medianejas, que sigue una ley universal que reparte talento/exito/suerte/dinero/estrella a unos cuantos y los demás siguen remando en ligas menores de amores, trabajos, posibilidades, sueños.

domingo, 20 de enero de 2008

el rollo según wikipedia o estar en la picota

Rollo de Presencio.

De Wikipedia, la enciclopedia libre.

El rollo es una columna de piedra, ordinariamente rematada por una cruz o una bola. Representaba la categoría administrativa del lugar, levantándose solo en los villazgos, indicando el régimen al que estaba sometido: señorío real, concejil, eclesiástico o monástico. Además marcaba el límite territorial y, en ciertos casos, era un monumento conmemorativo de la concesión del villazgo. Compartían con las picotas las funciones de ajusticiamientos. Estos ajusticiamientos fueron suspendidos por decreto de las Cortes de Cádiz en 1812.

Los hay en aquellos pueblos de Castilla que tenían alcalde y, por lo tanto, jurisdicción para juzgar y condenar a muerte. Servía además para castigar y pagar las penas menores de los delincuentes comunes, que tras ser azotados, eran expuestos a pública vergüenza.

Los rollos son similares a los cruceros, pero su significado es distinto.

Durante la Conquista de América, el primer acto de fundación de una ciudad consistía en la erección del rollo, como símbolo de jurisdicción real y como signo de amenaza cohercitiva.


Véase también [editar]

* Picota

miércoles, 16 de enero de 2008

Rollo ansioso sin pronto desenlace

Te gusta un chico. Por caso, el librero de la esquina. Vas, le preguntás por un libro. Al día siguiente, le comprás un libro. Al siguiente, le encargás un libro. Un día, lo agarrás solo, sin otro personal a la vista, le empezás a preguntar qué le gusta y por qué, que si norteamericano, que si ruso, que si latinoamericano, que qué onda, y a mí esto, sí, pero también aquello. Y volvés a salir de ahí sin nada claro. Te mira fijo, te sostiene la mirada a los ojos, incluso se choca con algún mueble, como vos, que te chocás con todos, pero.... ¿y si solo está haciendo bien su trabajo con una buena clienta?
En tu casa, día y noche, tramás el próximo diálogo, el próximo gesto, preparás la birome para anotarle tu teléfono, un papelito, ensayás. Caminás hacia la librería, llegás a la puerta, el ritual es siempre pispear desde la vidriera, hacerte la que mirás las novedades, y levantar un poco la mirada, a ver si está, a ver si está atendiendo a otro. Entrás, ay, me olvidé de lo que me habías recomendado, ¿te fijás?, ¿es caro?. No, ah, bueno, entonces sí que me lo llevo. Si vos me lo recomendás.... Otro libro, otro, pero esta vez, como él te lo recomendó, vas a leerlo a los pedos para ir a comentarlo. A los dos días, con los deberes hechos, entrás y no se te ocurre nada más que decirle gracias por la recomendación y ahí se queda la charla. Y así pasan los días, las semanas, y no te animás, no te animás a nada, y si me rechaza, y si me escucha alguien. Y mientras se puebla tu biblioteca, la ansiedad crece. ¿Cuál será el desenlace? Este loop del libro y la timorata se repite al infinito.

jueves, 10 de enero de 2008

el rollo de los sin rollo (el regreso)



sin rollo rollo de paro rollo de vacaciones ningún rollo demasiado rollo innecesario rollo mal rollo buen rollo embrollo rollon rollers rollinga marollo sorollo zotrollo arollo rollo cero zero rollo rollo invisible rollo transparente milrollos nulrollos subrollo superollo bollo nonsense rien de rien je ne regrette rien