rollo fin de año II (de V): las FFF (fuckin fiestas finales)

Seguimos. Uffffff. Las FFF. Qué rollo. No sé por qué el capitalismo intenta vender (y de hecho basa toda su parafernalia en eso) las fiestas de fin de año, como un momento de paz, alegría, encuentro y (poco) recogimiento espiritual. Pienso que la última fiesta de fin de año que me puso contenta fue a mitad de la década del 80, sino a principios, cuando iba a la escuela primaria. O ni siquiera. Cuando el "niño dios" dejó de ser un misterio, las fiestas saltaron a la -mi- vista como algo inevitable y odioso. Hoy, cuando la mayoría de los mortales abre la boca ante la cercanía de estos eventos, sólo escucho quejas, pesar, bronca, malestar, incomodidad, inquietud, deseos por despertar precisamente el 2 de otoño o el 2 de invierno, y saltearse, como quién salta en largo-o en alto- el lapso que va desde el 20 de diciembre al 10 de enero. Y cuando alguien dice, "a mí me gustan", el resto lo mira como si se tratara de un auténtico visitante del planeta Trafalmador. Desde el 8 de diciembre, cuando empieza la fuckin historia del fuckin árbol, que no sé qué sentido tiene, hasta el 1º de enero, se vive, la mayoría vive, un auténtico calvario. Porque se hacen evidentes los conflictos, las diferencias, las peleas, las ausencias, las carencias, las soledades, los dolores, las nostalgias, los desencuentros, las animosidades, las tristezas, las melancolías, etc. etc. etc. En cada núcleo humano, grupo, agrupación, pareja, asociación, sociedad, comunidad, salta _ni en largo ni en alto, sólo salta, como una pelotita de tenis-, todo aquello que por la vida cotidiana, permanece, más o menos oculto, más o menos controlado, más o menos apaciguado.

Felices fuckin fiestas finales y que
el "niño dios"
los ayude.