jueves, 9 de agosto de 2007

Viejos rollos en remojo


Por Elvia Lafinur

Hoy nos proponemos rehidratar y balancear viejos rollos disecados. La operación puede hacerse en frío, es decir, mientras uno rebusca alguna factura para un trámite y, entonces, aparece la foto de aquel ex prehistórico... o la carta medio amarillenta pre-internet, o la letra de una canción que él escribió con birome y rebeldía casi adolescente. La tarea puede hacerse también en caliente, vertiendo viejos rollos en cazuela sobre hornalla al máximo, es decir, en el fogón de uno de esos días de solitario regodeo con la nostalgia.
Rehidratados ellos con la humedad del presente, advertimos que podemos comenzar la clasificación: amor que dura bien húmedo adentro, amor que la palmó (más seco que espinillo seco), amor que nos provocaba bochorno y hoy nos vuelve a avergonzar, amor que se reivindica en todas las trincheras, amor que fue imposible, amor que dejamos pero que amamos. Y ésta es precisamente la cuestión... definidas las categorías, el balance suele arrojar lo siguiente: aquellos viejos rollos a los que nosotras abandonamos todavía se adivinan mojaditos, tiernos, como que han permanecido intactos en nuestra sensibilidad, los volvemos a querer una y otra vez. En cambio, los que nos dejaron, los que nos hicieron llorar, llorar como locas, ésos están más secos que un palo... se ve que perdieron su humedad en nuestras lágrimas, y ahora... ni poniéndolos en remojo, ya no hay caso, y encima nos preguntamos cómo es que pudimos sufrir, pe'asso 'e rama petrificada!
Como en todo balance en gráfico de doble entrada, nos queda un tercer grupo sin ubicar: ¿dónde humidificamos a los amores imposibles, a los que no pudieron ser, a los que se truncaron pronto, antes de tiempo, por la distancia o los estados civiles.... cuentan como que nos abandonaron, fueron los obstáculos exteriores los que los secaron o nosotras también nos deshidratamos en el imposible?

2 comentarios:

Eugenia dijo...

realmente bello, poético, acertado!!! pongo todos los puntos a favor de este rollo que nos representa en masa. te quiero,

Mildred Plotka dijo...

Ey, lo vuelvo a leer, y
INCREÍBLE
sos divina, te quiero.