El rollo de silenciar las referencias al otro

Estoy escuchando la radio y anuncian que ya llega al estudio la directora de una película que casi entré a ver con él. Apago la radio, pongo un disco, eludo el que él me grabó. Eludo Thom Yorke, Moreno Veloso y hasta el "Sudaka" de Ramiro Musotto, por las dudas. Pongo P.J. Harvey, porque ella es mis amigas, doy vuelta la oreja y la cara. Hace frío, busco un pullover, ajjj, de nuevo él, es el pullover que usé la última noche que estuve con él. Voy a la cocina, quiero condimentar la carne a la cacerola, revuelvo frasquitos y ahí aparecen los cardamomos que compramos juntos en el bangladeshí. Apago la hornalla y busco un libro, lo abro y aparece su letra de araña en birome negra en el margen. ¡Mierda! Quiero silenciar las referencias a él. Quiero eliminar del mundo la ropa que usé con él, los condimentos que probamos juntos y todo aquello que hayamos comentado o visto u oido juntos. Esto incluye todo lo que nos propusimos y no hicimos, borrar del mapa las ciudades que mencionamos en los viajes que nos inventamos en potencial, las películas que casi entramos a ver, las obras de teatro que no llegamos a ver porque no había entradas y cada línea de texto que hayamos citado en nuestra fuckin' vida compartida.