domingo, 28 de octubre de 2007

El rollo del domingo más breve con la noche más larga


Para conjurar un domingo en que anochece demasiado temprano, pongo el cd que hoy vino de regalo con la edición dominical de "El País": es "Senderos de traición" de los Héroes del Silencio, que acaban de volver al ruedo (como vuestra añeja Soda), con estadios repletos, pura nostalgia. Sí, ya sé, ya sé, iconoclastas amigos, no me digáis nada: Yo tampoco me compraría "Héroes del...", pero escuchar este disquito que viene regalado me ha puesto de buen humor. La voz grave y solemne de Bunbury, la candidez de las letras, y sin embargo... "amanece tan pronto, y yo estoy tan solo, y no me arrepiento de lo de ayer". Ja, ja... me río, cómplice de mis propias leyendas. Pienso inmediatamente en aquel concierto en Córdoba, en Factory del Cerro, en cómo nos divertimos, veo a mi viejo amigo estrafalario sacando billetes arrugados del bolsillo, cómo se le caían , se los juntábamos en la oscuridad -ese día habíamos cobrado el sueldo del diario y él lo tenía todo ahí, y lo gastaba en la barra del boliche, y nos invitaba lomitos y papas fritas, incluso nos invitaba una rozadita con Bunbury en el backstage-, y bebíamos coronita. Y también me acuerdo de la noche de anoche, y no me arrepiento, también había mucha música española en el "Rollito canalla", había de este rock tan seriote, de este pop con zetas y elies que a los argentinos nos hace reír, y no me arrepiento (es más, ahora mismo quiero ese "flamenquito" feliz). Anoche cambiábamos la hora en Europa, o sea que a las tres volvieron a ser las dos, y no queríamos desperdiciar la noche más larga, nadie quería dejar de vivir esta hora que nos quitarán en marzo, y bebíamos guiness y bombay saphire, y me hablaban de un viejo ídolo de la movida, el chico de Los Secretos, muerto de sobredosis en un portal de Malasaña. Y amanecí sola, a cuatro horas de Argentina, a cuatro en vez de cinco horas de Córdoba, y de Buenos Aires. Y Enrique Bunbury, el zaragozano que sobrevivió, canta, serio (ya entonces parecía mayor): "te sientes tan fuerte que piensas que nadie te puede tocarrrrrrr". Y me hace sonreír.

4 comentarios:

Eugenia dijo...

Me encanta eso de ser cómplice de las propias leyendas y sobre todo
el no arrepentirse!!!!!!!!!!

Rossana Vanadía dijo...

El que solo se rìe... había un tonel lleno de hielos y las coronitas flotando allí y nuestro zigzagueante seduciendo y ofreciendo realezas ajenas. Jamás los he vuelto a oír y se diluye la memoria en la barra y los billetes desparramados, jaja.

Miss Rollo dijo...

querida cloe, hacía tanto que ud. no posteaba, que llegué a pensar que no tenía más rollos!!! no quiero extenderme, porque después aparecen los abogados defensores del rollo, juajuajua
lo importante, sí, no arrepentirse y sonreír, con la melodía que sea!!!

Pd: también se extraña un poco el rollo teórico de elvia lafinur...

El Cupo Masculino dijo...

Hablando del rollo de los relojes... ese día yo me apersoné pasada la medianoche en la puerta de Factory junto a una tontísima rubia y el patovica me dijo: esto se terminó hace rato. Por una vez, los organizadores habían sido puntuales. Los plomos se llevaban los equipos. Los Héroes del Silencio se habían silenciado. Y olé.