El rollo inesperado

Cuando más desprevenidos estamos, el rollo se desata. El rollo inesperado es uno de los mayores rollos, porque nos encuentra indefensos, impertérritos, anonadados. No necesariamente el rollo inesperado es un mal rollo. A veces puede constituir una grata sorpresa. Su esencia consiste en pasmarnos con su irrupción. Por eso, es muy útil para el ciudadano moderno conocer las diez frases detrás de las cuales se puede esperar un rollo inesperado.
1) "Tenemos que hablar". La urgencia de un diálogo depara un cien por ciento de posibilidades de rollo. Una vez aceptado este convite, todo rollo es factible.
2) "Te mentí". Quien admite una mentira puede estar no admitiendo otra mucho más grave. Rollo seguro y de los peores.
3) "Hagamos un viaje". Justo ahora un viaje. Hmmmmmmm. El rollo es proporcional a la distancia que se proponga recorrer el viajero.
4) "Necesito un poco más de espacio para mí". Después de esto, sólo cabe averiguar nombre y apellido del/la otro/a. Rollo que vale por tres.
5) "Me estuve acordando de vos". ¿Acordando bien? ¿Acordando mal? Rollo con delay, una especie que no quiere extinguirse.
6) "Llamame". El maricueca de Rolo le dedicó a esta frase su último post. Si hay que llamar, es porque nos atenderá el rollo.
7) "¿Me podrías prestar...?". Cualquier objeto, por ínfimo que parezca, puede desatar el rollo. Este caso tiene como reverso la frase "¿Me podrías devolver...?".
8) "Anoche soñé con vos". El sueño dispara rollos hacia los cuatro puntos cardinales. Para más datos, leer lo mucho que escribió Don Segismundo.
9) "Estuve hablando de esto con....". No importa quien sea, hay otra opinión sobre el tema y ya se sabe que el comedido sólo puede aportar más rollo al rollo.
10) "Tenía el teléfono apagado". El rollo en potencia. El rollo como un relámpago que puede convertirse en tempestad. La excusa o la exclusa. Lo inesperado aguarda en la sala de espera a que le toque el turno para entrar.