Por eso, propongo Tolerancia Cero. Tolerancia Cero para quien nos jura lealtad mientras maquina la peor de las traiciones. Tolerancia Cero para quien esconde su egoísmo detrás del "yo soy así, bancame como soy", "yo soy medio loco", "yo soy incoherente", "yo a veces puedo dañar a los que quiero". Quien quiere de verdad no daña sino cura las heridas. Sostiene una coherencia en el afecto. Canaliza su locura en un sentido positivo.
Tolerancia Cero para quien sólo es capaz de expresar lo que siente con palabras, pero no con actos. Tolerancia Cero para el que jura que nos llamará y no nos llama. Tolerancia Cero para el que se muere de ganas de vernos pero nunca se hace tiempo. Para el que nos considera indispensables pero nos cambia por un mogra o una tuca. Tolerancia Cero para el que nos usa y después nos paga con disculpas. Tolerancia Cero para el que entiende como lícito tratarnos de pelotudos.
A este tipo de personas yo les digo lo mismo que a Tiësto. ¿Quién te creés que sos?
La respuesta, amigos, de tan grandilocuente, no podría soplar en el viento.
5 comentarios:
ey amig qué ha pasado para este rollo tempranero???
No pasé el control de alcoholemia, Miss Sweety. Son los efectos colaterales de la pipeta.
epa epa calma cupo
calma
chicha
guau, QUÉ ROLLO!
O SEA que los cambiados por un mogra, o los colgados, o los seducidos por las palabras, en fin, los tolerantes, somos unos ... pelotudos irredentos?
No sé si irredentos, pero lo somos.
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