lunes, 17 de septiembre de 2007

El rollo del piano y la gente que elige vivir y morir sola

La tía Nélida no tenía auto, pero guardaba un piano en el garage. Yo nunca la escuché tocar nada. Ibamos con mi papá a visitarla en su casa de solterona, en barrio Clínicas. Ella me servía granadina y me sentaba en una sillita de mimbre. Un día vi ese piano en el garage. Pero nunca escuché cómo sonaba. Cuando la tía Nélida se murió, encontré en un cajón las partituras que ella usaba. Tangos, valses, zambas. Al piano lo había vendido vaya a saber a quién y por cuánto. Ahora tengo las partituras pero me falta mi tía. Y me falta el piano. Me acordé de esto anoche, en el Ojo Bizarro, cuando una chica me dijo "soy pianista". Yo le había preguntado "¿y vos qué hacés?". Faltaba ese dato para completar la información básica. Nombre y teléfono ya estaban. "Soy pianista", me dijo. Y yo volví a ese garage donde ya no hay un piano sino un mercadito. A esa casa donde conocí cómo es la gente que elige vivir y morir sola. Y no sé si será tan así pero me parece que anoche entendí cuál era el mambo de Rigby, Eleanor.

2 comentarios:

Eugenia dijo...

rolo,
rollo sensible y sentido
como siempre
el mambo de eleanor, rigby.

Anónimo dijo...

HERMOSO TU DOCUEMENTO INTIMO ROLO
SI ENTENDISTE ESE ES EL ROLLO DE ELEONOR, UN ABRAZO