sábado, 1 de septiembre de 2007

El Rollo Sensible

Una macana ser sensible. Hay que bancársela. Hay que escribir, hay que hacer algo con la sensibilidad porque quema cabeza. Hay que llorar, ponerle el pecho, no sacarle el cuerpo. Sensible a lo frágil, a lo perenne, a lo injusto, a lo innato y a lo nato. A la Nati y a Lanata. Sensible a la no querida falta y a la querida presencia. A un perfume, a un roce, a una canción. Al dolor y al placer. Al dolor placentero, al placer doloroso. A un texto, un paisaje, un sabor. Sensible a una protuberancia y a una comisura. Sensible a la esperanza y a la desilusión. Al silencio y al rompeportones. Al status quo y a la revolución. Al sí, al no, al no sé. Sensible a la factibilidad y al trastorno, a las paralelas que nunca se juntarán, a las parábolas que tienden a infinito. A lo cool, a lo grosero, a lo diferente y a lo indiferente. Hay que estar ahí cuando la sensibilidad te anuda la garganta. Cuando te desgañita. Cuando te regaña.

Todo, todo podría llegar a sensibilizarme mal. Pero nada, nada me sensibiliza tan bien como velar por el sueño de otro.

4 comentarios:

Eugenia dijo...

Hermoso, sensible rollo, aplaudo, no de pie, sino sentada, sensiblemente.

Mildred Plotka dijo...

Caballero, su rollo me ha sensibilizado, o más bien, ha hecho que no me sienta sola en mi sensible sensibilidad. Sens sent se sssssssssssssssssssssssssssssssss

maria a secas dijo...

"y entonces uno comprende que no existe ternura comparable a la de acariciar algo que duerme"
obvius de girondo.
que buen tex !!

hola y chau!

Anónimo dijo...

Yo igual. O: yo siento lo mismo. O: sii, totalmente!. Touche. etc. La fortuna de tener amigos que escriben bien y que sienten parecido. Saludos. Missis Royall